viernes, 21 de octubre de 2011

Cultura Afrocolombiana

                Los tambores




En el África occidental y de manera especial en el África central, donde habitan los pueblos bantú, no existe una palabra específica para designar la música en general. Algunos grupos humanos utilizan el término ngoma, que significa tambor. Además de designar al instrumento, ngoma señala el contexto en el cual la música de tambor es escuchada y las actividades que se desarrollan mientras es ejecutada. De este modo, un toque específico de tambor se refiere a una ceremonia particular, en la cual, por ejemplo, se inicia a las jóvenes adolescentes antes del matrimonio. De este modo, ngoma no es sólo un tambor, sino la música como un evento en el cual toman su lugar los ciclos vitales del individuo. Ngoma-tambor es un concepto que incorpora música, danza, drama y artes visuales. Éstas últimas representadas en el vestuario, las marcas, sus decoraciones y dibujos.
Entre la gente bantú, el ngoma invade todos los aspectos de la vida cotidiana, desde el nacimiento hasta la muerte. Todas las ceremonias religiosas y las festividades están relacionadas con esta idea. Incluso ngoma-tambor es un símbolo de poder entre estas sociedades. Desafortunadamente la música tradicional afrocolombiana no ha sido analizada de manera comparativa con África. Tampoco se han realizado estudios que permitan comprender de qué manera estos profundos significados acerca de la música y los tambores se transformaron o permanecieron entre los descendientes de los africanos en nuestro país. Sin embargo, parece evidente que no sólo sobrevivieron los tambores, sino muchas de las estrategias de comunicación y de poder que tenían en su tierra de origen.
El tambor alegre, mayor o quitambre se utiliza en los conjuntos de música tradicional de los departamentos de Bolívar, Cesar, Atlántico y Sucre. El cuerpo del instrumento se construye con el casco del tronco de un árbol denominado banco. Su forma es cónica y tiene unos 70 centímetros de alto por 28 de diámetro en el extremo superior, donde va la membrana, y 25 centímetros de diámetro en el extremo inferior, que se deja abierto. El parche se elabora con piel de becerro, vientre de caimán, piel de venado o cabra. Los elementos se ensamblan con lazos de bejucos y cuñas de madera que sirven para templar el parche del tambor.



Se ejecuta por percusión directa con las manos para los ritmos del bullerengue, fandango, porro y cumbia; y con bolillos para el ritmo del cabildo.


El tambor llamador o yamaró es característico del conjunto de flautas carrisas o cañamilleras. Junto con la marímbula, la clave, la guacharaca y el tambor alegre compone el conjunto de música tradicional del Palenque de San Basilio.
Conformado por un cuerpo cónico de 30 o 40 centímetros de alto, su única membrana, situada en la boca más ancha del armazón, se ajusta con un aro elaborado de bejucos. El tambor se templa por sistema de tensión por medio de cuñas ubicadas en un cinturón situado en la parte media del cuerpo del instrumento. El llamador se ejecuta, de pie o sentado, por percusión directa con la palma de la mano abierta. Su función en los conjuntos de música tradicional consiste en marcar el compás.
El tambor pechiche procede del continente africano y se toca únicamente en las fiestas rituales del lumbalú, en homenaje a los muertos. Para los palenqueros es un instrumento sagrado. Su cuerpo se construye con el tronco de un árbol. Su forma es cónica y mide entre 200 y 250 centímetros de largo por 40 de diámetro en la boca superior, donde va la membrana, y 25 centímetros de diámetro en la boca inferior, que se deja abierta. La membrana es de cuero de venado o de saíno, la cual se ensambla en la boca de mayor diámetro del armazón por medio de dos cinturones elaborados con bejucos que sostienen gruesas cuerdas, en forma de V o W, y las cuñas necesarias para templar el tambor.
La tambora es un tambor cilíndrico que se emplea en el ámbito instrumental de la cumbiamba o música para el baile. Se ejecuta por percusión con dos baquetas. Consta de un tubo recto y dos membranas elaboradas con cuero de chiva o de venada. Los elementos se ensamblan con la ayuda de un aro cilíndrico del que surgen cuerdas dispuestas en forma de Y, que sirven para templar los parches del instrumento.










MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL 


Enero del 2003, Bogotá, Colombia
Cecilia María Velez White

Ministra de Educación Nacional
Juana Inés Días Tafur

Viceministra de Educación Preescolar, Básica Media
Directora general del proyecto

Luz Adriana Maya Restrepo
Asistente de dirección
Paola Vargas Arana
Asistentes de investigación
 
Andres Roncancio
Cecilia Mercado Torres
Autora y Editora

Luz Adriana Maya Restrepo
Monografistas regionales

Sergio A. Mosquera

Santiago Arboleda Quiñónez

Dilia Robinson Davis

Dorina Hernández Palomino

José Polo Acuña

Jaime Arocha Rodríguez

Ernell Villa
Paula Andrea Galeano Morales

Mario Diego Romero Vergara

William Villa
Interventora 
Dilia Robinson Davis









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